¡Cuidado! con el seguro del Forfait no basta

La mayoría de estaciones de esquí ofrecen un seguro básico con el forfait pero puede quedarse corto a la hora de la verdad

¿Eres de esas personas que desean que lleguen los primeros fríos para escaparse a la nieve? ¿Te has decidido este año por fin a probar qué se siente al surfear sobre el mágico polvo blanco? No seáis malpensados, aunque el deporte puede ser también adictivo. El esquí mueve a miles de personas cada año, novatos y veteranos. Pero ninguno de ellos está a salvo de sufrir algún percance, porque, por mucho que domines el slalom o el descenso, siempre puede aparecer un árbol, una piedra, o un esquiador despistado por en medio.

Muchas estaciones ofrecen la posibilidad de adquirir un seguro con el forfait por el módico precio de 2 o 3 euros al día. No obstante, puede que sus coberturas no sean suficiente si realmente te ves en un apuro.

¿Qué debería cubrirte un buen seguro de esquí?

  1. Búsqueda y rescate: Tanto en pista como en montaña. Los rescates en la nieve requieren de equipación especializada, en trineo, moto de nieve o helicóptero. Estos rescates en la montaña pueden ser realmente costosos, entre 3.000 y 10.000 euros dependiendo de la localización y el despliegue de medios. Si nunca te ves en la tesitura de requerir ser auxiliado en esas cicumstancias, agradecerás tener un seguro.
  1. Asistencia médica: Internacional, de urgencia y 24h. Algunas de las pistas más famosas están en Andorra o territorio francés, de ahí la importancia de que tu seguro te incluya asistencia médica en el extranjero, garantizando el traslado hasta el hospital más preparado, las pruebas, radiografías, operaciones, hospitalización e incluso medicaciones, muletas o silla de ruedas si se precisa.
  1. Rehabilitación: Sufrir un accidente te puede arruinar el viaje pero también puede conllevar consecuencias durante las siguientes semanas, o meses. Las sesiones de rehabilitación te pueden salir caras, así que fíjate si tu seguro incluye también esos gastos hasta recuperarte de la lesión sufrida.
  1. Responsabilidad Civil: ¿Y si el esquiador despistado eres tú y te tropiezas con un compañero? Mejor contar con cobertura de Responsabilidad Civil por los daños que puedas causar involuntariamente a terceros.
  1. Reembolso del forfait que no se ha podido disfrutar: No solamente una lesión puede hacer que interrumpas tu viaje, también hay otras circunstancias adversas que pueden afectar como avalanchas, tormentas, escasez de nieve o fallos eléctricos.
  1. Protección del equipo: Pérdida o rotura. Los habituales del esquí disponen de su propia equipación, si son profesionales, pueden llegar a invertir un dineral en ello así que más vale tenerlo bien asegurado. No solamente si se rompe accidentalmente, también si te lo pierde la aerolínea o si se retrasa y tienes que alquilar otro mientras lo recuperas. El seguro puede asumir todos esos gastos.
  1. Indemnización: Si, por desgracia, sufres un accidente de cierta gravedad y te provoca invalidez permanente, parcial o total, el seguro puede indemnizarte ya que muy probablemente no puedas seguir con tu vida habitual.

Dependiendo del tipo de esquiador que seas, de la destinación y duración del viaje y otros factores, habrá opciones de seguros que se ajusten más o menos a tus necesidades. Es por eso que te recomendamos consultar con los expertos en seguros.

 

Fuente: Tiempo Seguro