El ahorro en España, crecimiento forzado por la necesidad

 

Aunque España todavía se sitúa a la cola de Europa en cuanto a la contratación de seguros de Vida con voluntad de ahorro, la tendencia comienza a revertir, un cambio propiciado básicamente por la necesidad de cubrirse las espaldas de cara a la vejez.  

Según el informe de Unespa ‘Estamos seguros 2017’, España cuenta con unos 15 millones de ahorradores que prevén alguna prestación para su jubilación. Como media, aportan unos 107 euros al mes y tienen acumulado un ahorro ligeramente superior a los 15.000 euros. “Más allá de la reactivación de la economía, algo que está influyendo en las tendencias del ahorro en España es la clara evidencia de la insuficiencia de los sistemas de protección públicos, como en el caso de las pensiones, cuya sostenibilidad está en entredicho”, apunta Jesús Rioja, director general de PSN Mutua.

La inmensa mayoría de los seguros de Vida dedicados a construir entornos de ahorro y previsión están enfocados a productos que ofrecen una garantía de tipo de interés a vencimiento, mientras que la presencia del seguro de dependencia es todavía muy incipiente. PPA, Rentas vitalicias y temporales, capitales diferidos, PIAS, SIALP y Unit Linked son las principales opciones para los asegurados en España.

El estudio pone también de relieve que los hombres son más proclives a la contratación de estos seguros, aunque la diferencia es cada vez menos aparente. Sin embargo, en cuanto al capital medio asegurado alrededor de un 60% de la riqueza protegida en este momento por el seguro de Vida está vinculada a la vida o al ahorro de hombres.

Clientes de mediana edad

El estado civil se contempla como un elemento relevante a la hora de analizar el perfil del ahorrador español. Matrimonio, maternidad o paternidad son factores que animan a contratar un seguro de Vida y, mayoritariamente, un SIALP, mientras que los solteros tienden a ser más ahorradores en los capitales diferidos y en los PIAS. En este sentido, el grupo de asegurados de Vida predominante es el de personas de entre 35 y 44 años, muy proclives también a la contratación de seguros de Vida a causa de la adquisición de una vivienda mediante una hipoteca.

Para Francesc Rabassa, director general de CA Life Insurance Experts, “la reactivación económica permite una mayor capacidad de ahorro de las familias, aunque según los datos de Inverco este ahorro se está trasladando principalmente en el desapalancamiento y, por lo tanto, a reducción de deuda. Esta tendencia que se ha visto en los últimos años ya está frenando y ahora está creciendo el ahorro familiar, el cual se invierte en productos conservadores dada la volatilidad de los mercados financieros que hemos visto durante este año. Todo ello debe influir positivamente en el sector asegurador”.

La provincia de Madrid es donde se estima una mayor protección agregada, un poco por encima de Barcelona, que se distancia de la siguiente, que es Valencia. Más de la mitad de los compradores de un seguro de Vida  son empleados con o sin titulación, y el principal motivo de esta adquisición es el retiro laboral o la previsión ante la vejez. Los productos que acumulan mayor número de años de permanencia son los capitales diferidos, con los que la mitad de los clientes ahorran al menos durante 10 años. Por el contrario, en el caso de los PIAS el tiempo medio de ahorro apenas lleva a los tres años.

“Durante los últimos años, ha quedado evidenciada la necesidad de planificación financiera para que en un futuro se pueda mantener el poder adquisitivo y existe una mayor concienciación acerca de la necesidad de complementar la pensión pública, lo que favorece los seguros de vida ahorro y previsión”, opina Susana Mendia, directora de Vida, Salud y seguros de inversión de Allianz Seguros. “Además, los ciudadanos, cada vez más, relacionan las compañías aseguradoras con proveedores, no sólo de seguros generales, sino también como proveedores globales de ahorro, lo que ayudará a potenciar los seguros de ahorro y jubilación y esperamos que la tendencia sea positiva”.

 

Fuente: ADN del Seguro