Desciende un 41% la tasa de mortalidad entre los conductores jóvenes en la última década

Imprudencias al volante en las noches de fiesta, consumo de alcohol y drogas, exceso de velocidad… La imagen que desde hace décadas se ha venido dando de los conductores más jóvenes ya forma parte del imaginario colectivo de la sociedad española. Sin embargo, pese a lo arraigado del estereotipo, los datos comienzan a desmentir esta creencia, revelando conclusiones muy sorprendentes, ya que, según las estadísticas de la DGT, los conductores de 18 a 29 años tienen mejor evolución en materia de seguridad que vial que otros grupos de edad.

De hecho, pese a que todos los grupos de edad señalan a los jóvenes como el colectivo más imprudente e inexperto a la hora de ponerse al volante (58%) y a que, proporcionalmente, tienen más accidentes que el resto de grupos de edad (+37% en los últimos 10 años), los conductores de 18 a 29 años han experimentado un cambio radical, debido, fundamentalmente, a su mayor respeto a las normas y a la modificación de sus hábitos de movilidad. En este sentido, su tasa de mortalidad ha registrado un descenso del 41% en la última década, lo que les consolida como el grupo de automovilistas con menos conductores fallecidos respecto sus propios accidentados (0,5%).

Este cambio se acentúa aún más si comparamos los datos actuales con los de generaciones anteriores, ya que, en términos relativos, en 1989 los accidentes de tráfico causaban el 31% del total de los fallecimientos entre los jóvenes, mientras que 30 años después (2019) este porcentaje apenas llegaba al 17,7%, lo que supondría haber salvado alrededor de 35.000 vidas. La evolución de la lesividad también arroja buenos datos para los conductores de 18 a 29 años, ya que el resto de grupos de edad tienen una lesividad grave un 10,6% superior a la de los automovilistas más jóvenes.

Estas son algunas de las principales conclusiones del estudio ‘El gran cambio. Jóvenes conductores: anatomía de una nueva generación al volante’, realizado por la Fundación Línea Directa en colaboración con Centro Zaragoza y que analiza la accidentalidad vial de los conductores españoles de 18 a 29 años entre  os años 2010 y 2019.

Según palabras de Mar Garre, directora general de Fundación Línea Directa: “Durante muchos años hemos visto cómo la sociedad prejuzgaba a los conductores más jóvenes señalándolos como los automovilistas más imprudentes e inexpertos. Sin embargo, las cifras nos dicen que, a día de hoy, la realidad es otra. En los últimos 10 años los conductores de 18 a 29 años han experimentado una mejoría realmente destacable debido a un conjunto de circunstancias, como una mayor responsabilidad y concienciación, nuevos hábitos de movilidad y un acceso al carné más tardío».

Accidente tipo y distribución territorial

El accidente más habitual con jóvenes de 18 a 29 años es el alcance trasero (30%), producto de distracciones y de no mantener la distancia de seguridad. Los siniestros suelen ocurrir en vías urbanas (61%) los fines de semana y con turismos de más de 10 años (44%), y suelen tenerlos más frecuentemente los hombres (70%) de entre 25 y 29 años. En cuanto a la responsabilidad en los golpes, los jóvenes suelen salir perdiendo, ya que provocan en el 62% de los siniestros, un dato que contrasta con su propia percepción, ya que piensan que en 2 de cada 3 siniestros son la parte perjudicada.

En cuanto a la distribución territorial de los accidentes con jóvenes implicados, la accidentalidad en carretera en los jóvenes se consolida como un fenómeno bastante homogéneo en todo el país. Pese a ello, Comunidades Autónomas como Baleares, Cataluña y Madrid destacan por tener una frecuencia de este tipo de accidentes ligeramente superior a la media, mientras que Castilla y León, Navarra y Región de Murcia se significan por registrar un índice de siniestros con jóvenes más bajo que el resto de territorios.

Fuente: Seguros News

26 de octubre de 2021 - Esta entrada fue publicada en NOTICIAS. Marcar el permalink.