¿Qué no cubre el seguro de coche?

 

Como bien sabes, asegurar tu coche no es opcional. La póliza de responsabilidad civil es imprescindible para poder circular, al menos, en España. Pero cuando tienes que contratarla, surgen muchas dudas. “¿Cuánto me costará?”, “¿Me penalizará si he tenido accidentes?”, “Si mi coche es rojo, ¿será más caro?”, “¿Qué es el bonus-malus?” … Pero, ¿cuántos os preguntáis qué no cubre el seguro?

 

La respuesta es simple: todo depende de la póliza contratada. Ahora, debes tener en cuenta que hay muchos siniestros que el seguro no cubre. Ni siquiera teniendo el seguro a todo riesgo. Estos son algunos casos en los que lo más probable es que la aseguradora te diga que ella no se encarga:

 

  1. Datos mal puestos: si el parte tiene errores del modelo, la matrícula o aspectos formales, la aseguradora puede denegar la cobertura.
  2. Al día con las primas: igual que si no pagas la compra, no comes, es lógico que si no has abonado los recibos del seguro (es decir, la prima), la aseguradora puede reservarse el derecho a cubrir el siniestro y averías del vehículo.
  3. Menores de 25, el seguro no es un regalo: todos sabemos que el seguro para los conductores noveles siempre suele ser más caro porque, estadísticamente, tienen mayor riesgo de sufrir un accidente. Por ello, es habitual ver como los jóvenes figuran como segundo conductor.
  4. Tunear el coche te deja sin cobertura: si te gusta llevar el coche como si fuera uno de rally, pero quieres que este protegido en todo momento, ten en cuenta esto. Todos los accesorios que no vengan de serie o las modificaciones que le hagas deben ser homologadas y el seguro debe saberlo. Si no, si tienes un accidente la compañía puede negar la cobertura.
  5. No tener carnet o los papeles en regla: ya no se trata de que te cubra o no el seguro (que es evidente que no), sino que es ilegal. Por tanto, circular sin el carnet de conducir, tener el carnet caducado o no haber pasado la ITV conlleva sanciones económicas.
  6. Circular por vías de tierra: algunos aseguradoras se acogen a que si circulas por carreteras de tierra o sin asfaltar y tienes un accidente o una avería, no se hacen cargo de los desperfectos y puede que no presten asistencia mecánica.
  7. Partes falsos y otros engaños: en otra ocasión ya hemos visto de qué va el timo de la rotonda. También está la trampa de pasar un parte entre conocidos. Y es que trampas hay mil y una. Por eso, si pasas un parte por una avería o un accidente falso, puedes quedarte sin la indemnización, ya que la aseguradora puede alegar intención de fraude.
  8. Circular con cargas superiores: llega verano y las autopistas españolas se llenan de coches que transportan medio armario y media casa. Respetar las normas de circulación es imprescindible, pero hay que tener en cuenta que si tienes un accidente con el vehículo cargado de paquetes por encima de lo que deberías, el seguro puede que no te lo cubra. Por no hablar de las consecuencias que tiene circular con más pasajeros de los permitidos.
  9. Aparcar en puertos: es evidente que hay zonas donde no se puede aparcar. Un ejemplo son los muelles portuarios o pistas de aterrizaje. Y, del mismo modo que está prohibido, las compañías de seguros se desentienden si le ocurre algo al vehículo.
  10. Ni rallies, ni apuestas. A parte de ser ilegal, si el vehículo sufre desperfectos, el seguro no cubre los daños. Ahora bien, si se trata de carreras homologadas y deportivas, hay seguros específicos.
  11. Alcohol y drogas, prohibidas. Y no sólo al conducir, siempre. Por ello, evita consumir estas sustancias, ya que si conduces bajo sus efectos, aparte de la multa y una posible retirada de carnet, el seguro no te protege.
  12. Omisión de socorro: es otra de las normas básicas de conducción. Si un vehículo implicado en una colisión se da a la fuga, con o sin víctimas, se le puede juzgar como un delito de omisión de socorro. De este modo, la aseguradora no contempla su protección.
  13. Sucesos extraordinarios, Dios no lo quiera: si tu vehículo está aparcado en la calle y sufre daños por grandes lluvias y tormentas, guerras o manifestaciones, no los suele cubrir el seguro. Para ello está el Consorcio de Compensación de Seguros, que en caso de que se den estos daños, lo cubre.

 

Son muchos los supuestos que no están incluidos, por eso lo mejor es dejarse asesorar por un mediador de seguros que buscará la póliza que mejor se adapte a tus necesidades y será el encargado de gestionar todos tus partes en caso de accidente.

 

Fuente: Tiempo Seguro