
El apagón histórico en España: una llamada a la gestión del riesgo

El lunes 28 de abril, la España peninsular sufrió un apagón de dimensiones históricas. 15 gigavatios de la red eléctrica española se perdieron de forma repentina a las 12:33 del mediodía, aproximadamente un 60% de la oferta energética en consumo en ese momento. Esta circunstancia devino en cortes generalizados en la red eléctrica de toda la península afectando transportes, actividades industriales y comerciales, además de la caída de los sistemas de comunicaciones. Un suceso sin precedentes en la historia reciente nuestro país.
Desde AGERS, la Asociación Española de Gerencia de Riesgos y Seguros, queremos compartir una primera reflexión y ofrecer orientaciones prácticas para las empresas:
Orientaciones prácticas para las empresas
Causas y consecuencias
Aunque las causas exactas aún están bajo investigación, desde AGERS insistimos en la importancia de no precipitar conclusiones. Hasta ahora, no se ha determinado con certeza el origen del fallo, y resulta fundamental mantener una postura de prudencia mientras se esclarecen los hechos. Solo con un análisis completo podremos entender el alcance real del suceso y prevenir futuras incidencias.
Impacto en los seguros
En la mayoría de las pólizas de interrupción de negocio, existe una franquicia temporal de dos días, lo que significa que pérdidas derivadas de paradas inferiores, como las nueve horas del apagón de ayer, no serán indemnizables salvo en contratos que prevean una franquicia económica específica.
Respecto a las mercancías, como productos congelados, el corto espacio de tiempo ha evitado una descongelación completa, por lo que en muchos casos podrán seguir siendo comercializados tras verificaciones oportunas.
Desde AGERS recomendamos:
- Evaluación periódica de riesgos críticos: no solo en infraestructuras propias, sino también en servicios externos esenciales como la energía, las telecomunicaciones y el transporte.
- Planes de continuidad de negocio actualizados: que contemplen protocolos de actuación frente a interrupciones súbitas de suministro.
- Seguros adecuados: revisar las coberturas de interrupción de negocio, considerando cláusulas específicas que cubran pérdidas por cortes de energía de breve duración.
- Diversificación y autonomía energética: valorar alternativas como sistemas de respaldo (generadores propios, baterías) especialmente en sectores críticos como alimentación, logística o sanidad.
- Formación y sensibilización: garantizar que los equipos humanos sepan actuar de forma rápida y coordinada ante incidentes de esta naturaleza.
- Informe de «Lecciones aprendidas»: recomendamos que cada empresa elabore un informe específico sobre las lecciones extraídas tras este apagón. Este documento, liderado por el departamento de riesgos, deberá identificar los puntos débiles detectados, proponer medidas de refuerzo y presentarse al Comité de Dirección o al Consejo de Administración para su valoración y toma de decisiones estratégicas.
Conclusión
La gestión eficaz de los riesgos no consiste solo en reaccionar ante las crisis, sino en anticiparlas, prepararse y adaptarse. Este apagón debe servir de lección para fortalecer nuestra resiliencia y protección frente a futuros imprevistos.
Como asociados de AGERS seguiremos aportando conocimiento y apoyo para que nuestras empresas afronten con éxito un entorno cada vez más incierto.